Uno de los problemas contemporáneos que se está volviendo cada vez más frecuente es el de los chicles usados que se encuentran repetidamente en las aceras. Están por todas partes, y a menudo es necesario hacer un slalom para esquivarlos, aunque esto suele ser casi imposible. Hemos llegado al punto en el que incluso debemos tener cuidado al sentarnos en un banco urbano o al apoyarnos en una mesa.
Las autoridades de varias ciudades han intentado combatir este problema utilizando máquinas especiales para eliminar los chicles, pero esto es como luchar contra molinos de viento, ya que consume no solo mucho tiempo sino también dinero, ya que estos dispositivos no son los más económicos.
Pero, ¿y si abordáramos el problema desde otro ángulo?
¿Qué pasaría si, en lugar de eliminar las consecuencias, intentáramos abordar el problema desde su origen?
Si la gente decide tirar los chicles en la acera o pegarlos en un banco del parque, significa que no sabe qué hacer con ellos. ¿Qué pasaría si se crearan contenedores especiales para chicles? Estos serían mucho más pequeños que las papeleras tradicionales y, además, se podrían fijar simplemente atornillándolos a la pared, por lo que podrían colocarse prácticamente en cualquier lugar. Esto permitiría a todos deshacerse de los chicles fácilmente, evitando así la contaminación y ayudando significativamente a mantener la limpieza.
¿Es el «gumkiller» una buena solución?
En nuestra oferta contamos precisamente con este invento. Los contenedores son significativamente más pequeños que los cubos de basura tradicionales, midiendo solo 30 cm de altura y con un diámetro de apenas 8,8 cm. Gracias a esto, se integran perfectamente en el espacio urbano y en las áreas residenciales privadas. Además, cabe mencionar que están fabricados con materiales de buena calidad, lo que hace que el contenedor sea resistente y no se corra.