Todo empieza de manera inocente… los días se vuelven cada vez más cortos, el sol mira con reticencia entre las nubes. La temperatura baja, comienza a chispear la lluvia y, finalmente, cae la nieve: llega el invierno.
Por ahora, el clima es decididamente más benigno que hace unos años. Sin embargo, debemos mantenernos alerta, de lo contrario podríamos ser sorprendidos, como los trabajadores de la carretera, lo cual, como sabemos, no es nada agradable.
Probablemente todos estén de acuerdo en que el ambiente invernal no es propicio para pasar una semana de vacaciones en una camiseta hawaiana bajo el cielo despejado en medio de la nieve y el frío extremo. Y, sin embargo, las pequeñas estructuras, como los bancos de parque, están expuestas a condiciones meteorológicas cambiantes durante mucho más tiempo que una semana.
¿Cómo proteger un banco de parque? ¿Cómo conservarlo para que dure el mayor tiempo posible? ¿Es necesario conservarlo en absoluto? Hoy intentaremos responder a cada una de estas preguntas.
La mejor solución para proteger un banco es ubicarlo en un lugar seco y ventilado durante el invierno. Un banco que pase el invierno en un lugar resguardado no estará expuesto a las temperaturas negativas ni a las condiciones meteorológicas adversas, lo que beneficiará a la capa de pintura y prolongará significativamente su vida útil.